Design Thinking es una metodología que busca resolver problemas complejos de manera innovadora, centrándose en las necesidades del usuario.
Esta etapa consiste en comprender las necesidades del usuario, sus frustraciones y deseos. Se lleva a cabo a través de la observación directa, la interacción con los usuarios y la realización de entrevistas para recopilar información.
Una vez que se han comprendido las necesidades del usuario, la siguiente etapa es definir el problema de manera clara y concisa. Esto implica identificar los desafíos y obstáculos que enfrenta el usuario y buscar soluciones posibles.
En esta etapa, se generan múltiples ideas y soluciones posibles para abordar el problema identificado en la etapa anterior. Se anima a los participantes a pensar de manera divergente, aportando una amplia gama de ideas y perspectivas además de pensar de forma convergente para concretar y seleccionar aquellas ideas que podrían formar parte de la solución.
Después de seleccionar las mejores ideas, se crea un prototipo para probar y refinar las soluciones. Los prototipos pueden variar desde bocetos y maquetas hasta modelos físicos o virtuales más elaborados.
La última etapa consiste en probar y validar la solución propuesta. Los usuarios pueden interactuar con el prototipo para proporcionar comentarios, lo que permite a los diseñadores refinar y mejorar la solución. Esta etapa puede requerir varias iteraciones antes de llegar a una solución final.
En resumen, las cinco etapas del Design Thinking son: Empatía, Definición del problema, Ideación, Prototipado y Prueba. Al seguir estas etapas, los equipos pueden abordar problemas de manera innovadora y centrada en el usuario para crear soluciones efectivas y satisfactorias.
Este tipo de metodología la utilizamos en el diseño de sitios web.